lunes, 16 de mayo de 2011

...

Desmensuradamente abrumante, infinitamente presente, del todo inolvidable.
Puedo vivirte, hasta los sollozos repugnarte, con odio y más que eso, quejarme.
Correr, separarme (intentarlo, la verdad), y con desespero revelarme.

Pero de que nadie ha de entenderlo, advierto.
Innegable, verdadero , irremediable.
No lo niego, te detesto.
Más no concibo vida sin tus ganas de quitarmela.

Ha de alojarseme esta enfermiza idea, de que tengo que pelearte,
por que hay algo y espera. Más espero yo, por no encontrar motivos para acatar tus arrebatos.
A soplos llevamos los días. Yo no temo caer, sino ante ti.
Y por que se que de alguna forma tambien dependes de mi,
te quiero. No hay en la vida razones si no te tengo, miralos a todos, no pido ya no tenerte,
sólo quiero que sepas, cuanto dueles, en mis  hombroos.

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